Comprender El desgaste laboral

Cuando el estrés se acumula y se mantiene en niveles altos durante períodos prolongados, los trabajadores humanitarios corren un mayor riesgo de experimentar desgaste laboral. El desgaste laboral es un proceso, no un evento. Este término se refiere al tipo de reacción por estrés acumulado que ocurre después de una exposición prolongada a estresores ocupacionales. La exposición prolongada a situaciones emocionalmente demandantes con un apoyo inadecuado agota gradualmente los recursos naturales de las personas para enfrentar el estrés y la tensión.

Las siguientes son situaciones ocupacionales que suelen contribuir al desgaste laboral:

• Conflictos entre los valores individuales y las metas y demandas organizacionales
• Falta de apoyo social y/o del gerente
• Sobrecarga de responsabilidades
• Confusión de funciones
• Sensación de no tener control sobre la calidad o el resultado del trabajo
• Baja recompensa emocional o financiera
• Existencia de inequidad, falta de respeto
• Exposición constante a material traumático

En el campo humanitario, el camino al desgaste laboral a menudo está lleno de buenas intenciones. Aquellos que llegan a un trabajo o a una tarea en el extranjero pensando que será la solución a todos sus problemas, que tienen esperanzas extremadamente altas y nada realistas acerca del cambio que lograrán y que preferirían trabajar que hacer cualquier otra cosa son los principales candidatos al desgaste laboral. No hay nada malo con ser idealista, perfeccionista, trabajar arduamente o estar acostumbrado a lograr cosas a base de auto-motivación. El problema radica en qué tan realistas son los ideales y expectativas. Las expectativas y aspiraciones laborales altamente idealistas y poco realistas están condenadas a llevar al fracaso y la frustración.

Al igual que con otros tipos de reacciones al estrés, la gente tiende a experimentar el desgaste laboral de diferentes maneras. Sin embargo, las señales normales tienden a agruparse en dominios físicos, emocionales, mentales, espirituales y conductuales. Las siguientes son señales comunes de desgaste laboral:

FÍSICAS

• Agotamiento
• Dolor de cabeza
• Hipertensión
• Insomnio
• Sueños
• Dolor de espalda y otros dolores relacionados con la tensión crónica
• Malestares estomacales

EMOCIONALES

• Dudas de sí mismo
• Culpa
• Negatividad
• Desilusión
• Escaso sentido de logro y propósito
• Sentir falta de aprecio o traición de la organización
• Pensamiento vago
• Apatía mental
• Falta de entendimiento de la reducida capacidad para trabajar bien

MENTALES

• Fragilidad y agotamiento emocional
• Sensación de sobrecarga
• Sensación de impotencia
• Falta de esperanza
• Desconfianza de los colegas y supervisores
• Depresión
• Ansiedad

ESPIRITUALES

• Apatía
• Incapacidad para interactuar
• Ideales destruidos
• Cinismo

CONDUCTUALES

• Disminución del nivel de desempeño
• Apatía
• Aburrimiento
• Dificultades interpersonales
• Irritabilidad
• Aumento de las adicciones o dependencias
• Conducta imprudente
• Descuido de las necesidades físicas y de seguridad propias

¿Cuál es la mejor defensa contra el desgaste laboral?

¡La primera y la mejor línea de defensa contra el desgaste laboral es la prevención! Además de cultivar un “cierto sentido de realismo”, una de las mejores medidas que puede tomar para evitar el desgaste es crear un equilibrio en su vida. Invierta más tiempo en su familia y otras relaciones personales, actividades sociales y pasatiempos. Amplíe sus intereses para que su trabajo no tenga una influencia tan aplastante en su concepto de sí mismo y en su autoestima. Al leer las secciones finales de este módulo, examine cuidadosamente sus prácticas de cuidado propio. Esto ayudará a prevenir que el estrés ordinario se convierta en angustia y que la angustia derive en desgaste laboral.